Tijuana, BCN. – El cuerpo de una niña encontrada al interior de una hielera, el pasado 30 de agosto del presente año, fue velado en privado y posteriormente sepultado por un grupo de mujeres que solicitaron ya que nadie reclamaba el cuerpecito.
El mismo grupo de mujeres, integradas en un colectivo, impidieron que el cadáver fuera llevado a una fosa común, bautizando al bebe como “Dulce María Sonrisa de Ángeles.
Cabe señalar, que el suceso causó indignación entre la población de la ciudad fronteriza, provocando la intervención del colectivo de mujeres que finalmente sepultaron a la recién nacida.
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